jueves, 27 de mayo de 2010

Carancho (crítico: Javier Griffa)




CARANCHO


Pablo Trapero llega nuevamente con una película comprometida. Si antes develó la corrupción policial (“El Bonaerense”) y la vida en la cárcel de mujeres (“Leonera”), ahora nos advierte del mundo de los caranchos: estudios jurídicos, abogados sin matrícula, policías y médicos inescrupulosos combinados en una perversa metodología para obtener beneficios económicos a partir de la realización de falsos siniestros, o el engaño de damnificados de accidentes vehiculares.
Ricardo Darín encarna a "Sosa", un abogado que perdió su matrícula y que trabaja en la Fundación, donde se encarga de contactarse con víctimas de accidentes de tránsito (o inventa víctimas), del cual el estudio jurídico se queda con la mayor parte del dinero que las aseguradoras pagan al damnificado. Como lo indica el título, Sosa es un carancho, ave de rapiña que se alimenta de los muertos.
En un siniestro deliberado, Sosa conoce a Luján (Martina Gusmán), una médica recién llegada a la ciudad. Ambos se enamoran, pero nada será color de rosa.
Pronto, Sosa decide terminar con sus engaños y corrupción; y es ahí cuando comienza una persecución violenta, llena de amenazas en la que su jefe lo manda a golpear y lo extorsiona.
Carancho es una película a veces previsible, con escenas sangrientas creíbles, que oscurecen aún más los colores fríos de las locaciones (la mayoría de noche) e interiores. La violencia va de principio a fin, mucho suspenso, pocas sorpresas, pocas escenas de tensión pero eficaces que no llega a conmover. Excelente manejo de cámara y fotografía. Muy buena descripción de los hospitales: las guardias interminables, el cansancio médico. No es un film recomendable para los que se asquean al ver grandes heridas abiertas y colocación de puntos. No es nada real el hecho de que ningún médico lleve barbijo, pues sin este el profesional puede enfermarse. Las grandes actuaciones son dejadas de lado por protagonistas arquetipados: el arrepentido que pasa de ser malo a bueno, el jefe del carancho que se mete con la novia del adversario para extorsionarlo mejor, la muchacha fuerte que se vuelve extremadamente temerosa y sensible.
La historia de amor entre Sosa y Luján es típica: amor a primera vista, una pelea de por medio; él cambia porque ella se disgusta por sus acciones ilegales; tienen relaciones sexuales sin conocerse. Dicen que se aman sin mostrarse realmente enamorados. Ese amor no tiene riquezas de originalidad. La relación entre el abogado y la médica es innecesaria para la trama.
Trapero, por ende, se olvidó de darle toques psicológicos de humanidad a sus personajes.



Valoración: 8


Fuente de Imagen: http://www.asalallenaonline.com.ar/
Ver trailer: http://www.caranchofilm.com/


JAVIER GRIFFA

2 comentarios:

  1. Erretas de imprenta, del cual soy el responsable: cuando dice "pocas escenas de tensión, pero eficacia" es en verdad "pocas escenas de tensión pero eficaces". Cuando dice "no es anda real el hecho" quise decir "no es nada real el hecho". Cuando dice "el arrepentido que para de ser malo a bueno", iba "el arrepentido que pasa de ser malo a bueno". JAVIER GRIFFA

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  2. Se modificaron para la mejor comprensión!

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